martes, 25 de octubre de 2011

It's raining men..

Hoy ha sido el mítico día de lluvia de principios de otoño. Ese día que habitualmente me saca de mis casillas, me pone melancólica y me arrastra a mí misma con los peores sentimientos que tengo en mi interior. Pero hoy no, hoy ha ocurrido de forma diferente. Llevaba meses deseando que este día llegase. Por un motivo o por otro, da igual, pero necesitaba sentir esa limpieza que da la lluvia a veces, mi cuerpo me pedía ser calado hasta los huesos por esa fría humedad. Tenía ganas de andar por la calle empapada, con una capucha y mis cascos, sin oir nada, solo mirando las gotitas caer por todas partes. Y porque además, esto es algo que no sé si todos sabréis, pero la lluvia limpia, purifica. Te libera de todo el peso interior y la mierda con la que llevas cargando tiempo. Aunque a veces hace falta algo más que cuatro gotas de agua puestas el día idóneo. En ocasiones necesitamos palabras duras y certeras, que calen en lo más hondo llamando a todos tus sentidos y poniéndolos alerta. La lluvia de hoy me ha hecho deshacerme de una capa inutil que me me llevaba sobrando meses.

viernes, 21 de octubre de 2011

FLUORESCENCES

La reminiscencia del placer es lo único que nos mantiene a veces cerca de los sentidos. Nos aleja de la parte más mundana del universo, del tedio profundo que albergamos en nuestro interior. Aparta de un golpe toda obsesión con el mundo real y sus consecuencias, otorgándonos vida al límite y respiros de felicidad en dosis embriagadoras. Respiramos el aire contaminado de los muros de contención que el mundo nos coloca para que saltemos dejándonos la piel. Apartamos sensaciones pesadas como rocas de nuestros corazones por miedo a tener que escojer otro camino más largo o rodeando el fácil. Miramos con miedo la puta mierda que nos lanzan en vez de cojerla con las manos y restregársela por la cara al primero que se nos cruce por delante. Somos tan cobardes que nos da igual saltar mil obstáculos, transpasar vayas o esfumarnos por la puerta de atrás. Y todo con tal de no lanzarle una mirada al universo, gillotinar el temor al fracaso y salir ahí fuera. Donde todo es posible y nadie te controla. Donde eres tú y juegas a lo que más te apetece, porque asi deseas. SIN MÁS