"Y entonces, todo aquello empezó a cambiar. Cambiaron sus besos, sus sonrisas, sus abrazos.. Y cambiaron también sus ojos. Jamás pensé que pudiese encontrar abrigo en una mirada, nunca imaginé que unos brazos fueran a hacerme sentir tan protegida. Cambió la forma de concebir el infinito, se transformó el frió invierno, y se transformaron todos nuestros sentires. El incesante desbordamiento del corazón había comenzado.
Se acabaron las palabras para expresar sentimientos, se eliminó por completo de nuestras vidas la desesperanza, el temor pasó a segundo plano y pusimos fin al desasosiego. Ya no éramos dos personas, si no una. Una sola el doble de fuerte, de valiente, de carismática y de plena. Era todo lo que cualquier mortal le podía pedir a la vida. Eras tú. Conmigo."
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