miércoles, 27 de noviembre de 2013

whocares

Me sobra casi todo
-excepto lo que me falta-

Aspirando el humo de lo que no está, ventilándome el alma con conclusiones inconclusas. Guardando lo que queda para que no se lo lleve nadie, esperando a que llegue el resto.
Mirando al frente con los ojos bajos, buscando en las paredes de mi cráneo las respuestas a unas preguntas que a veces se me olvida formular. O quizá es que no quiero.

Cuando todo ha perdido sentido, vengo aquí. Para que nadie me salve, para salvarme de mí o para salvaros a vosotros.



El miedo, el puto miedo a lo inconcluso. Creo que estoy empezando a volverme loca. Vagando entre miserias con los ojos bien cerrados.
Impulso frenético de lo descontrolado, desconexión con el mundo. Carencias expuestas.
De esto va todo ahora, de buscarlo. Esperarlo y temerlo cuando lo ves cerca. Darte de hostias cuando no sabes qué hacer, o cuando no puedes hacer nada.


Maldito el desconocimiento que me aleja de esto. Y malditas estas palabras que no podríais entender ni pidiéndome ayuda. Yo la necesito más que nadie.


Maldito vacío que me llena por dentro.
Si me ahogo es por mí misma. No sabéis nada. No sé nada.



Esta gilipollez. Esta gilipollez que me está trastornando. Ilógico y desordenado, nada consecuente, sinsentido. Esto es lo que quiero.
Dando vueltas en la cama echo de menos la ignorancia. Que le follen a las noches sin dormir, y que os follen a todos. Me niego a pensar que lo que tengo es eso. Esto es lo que no quiero.

¿Qué quiero?

sábado, 16 de noviembre de 2013

Espejismos

Te miro y no te veo, Andrea.

He estado pensando en esto millones de veces, he recapitulado en infinitas ocasiones sobre mi vida, pero no la encuentro. He intentado salir, entrar, y volver a salir de mi conciencia. Pero nada funciona. Ya no hay nada que buscar aquí dentro, nada que esperar, y menos aún que comprender.
Ya no hay nada que me salve ni nada que me haga querer ser salvada. Todo lo que me llena por fuera me deja vacía por dentro, y todo lo que me llena por dentro ha desaparecido.

No quiero comprensión alguna, por parte de nadie. Ni siquiera mía. Porque la mía es la que más daño me hace.
Sé que puedo ser mucho mejor de lo que soy, pero no quiero. Estoy cansada de querer. De esperar.
Alabo vuestro desconocimiento de la realidad. Me parece un paralelismo mágico, del que querría formar parte. La falta de comprensión que os rodea os hace felices, ¿verdad? ¿Y juzgar? Eso os vuelve locos.
Me gustaría sentir eso. Sentir, eso sí que me encantaría. Irme sabiendo que hay alguien que no lo hará, y quedarme con el claro pensamiento de que lo hago acompañada.

Me gustarían tantas cosas que ya no me gusta nada.



Y lo de la esperanza.. Eso sí que me da risa. "Oh, la esperanza es lo único que te queda cuando no te queda nada". ¿No os parece un síntoma de debilidad absoluta? Porque a mí sí.
He olvidado lo que es ser. Y tengo demasiado claro el recuerdo de lo que es estar. Porque no es un recuerdo, es una realidad cada vez mayor que me aplasta con ella y no me deja respirar.

Yo, claro ejemplo de que no todo es lo que parece.

sábado, 9 de noviembre de 2013

F*** the pain away

¿Cómo sabes cuando has tocado fondo? ¿Quizá cuando el fondo te toca a ti?
Cuando te agarra, te suplica que bajes y te pide que lo hagas sola. Parece que él mismo se regocija con todo lo que te pasa. Que lo impulsa hacia la decadencia.

A veces creo que sigo viva porque me escucho respirar.