lunes, 18 de mayo de 2015

Adrián

Inventamos un idioma y fue nuestro mayor regalo.
Esos ojos, esos labios, ese perfil, esa forma de vivirme, de sentirme, de ser. Ser, pura y definitivamente, sin escombros, sin tinieblas, sin fin. Yo soy tú y de ti respiro, regalándote así también mi vida. Mis manos, mis miradas, mis caricias, mi sexo. Todo es tuyo más que mío y en ti se desvanece. Convertiste un final en mi principio.
Nazco en ti y contigo muero cada noche. Y cuando sale el sol vuelvo a nacer, ya fundida en ti. Y muero y resucito de nuevo, cada vez que me tocas.
Me convertiste en eterna.

lunes, 11 de mayo de 2015

Rosas

Mirar a otros ojos da miedo. Los ojos queman los ojos. El mal de ojo, decían los antiguos. ¿Y qué es el mal de ojo sino los ojos del mal? Los ojos se refrescan mirando el mundo y se queman mirando otros ojos. Nada nos abrasa como una mirada. La mirada del odio, la mirada del amor, la mirada de la pregunta.
Sé que mis ojos pueden incendiar el mundo. Sé que otros ojos pueden incendiarme. Sólo otros ojos. Sólo los tuyos.

miércoles, 6 de mayo de 2015

No sé

Se te acaban los porqués y punto.
Te encuentras donde te habías perdido y te pierdes con lo que has encontrado.

Ojalá mil amaneceres en los que poder desvanecerme en ti.
Y ninguna pregunta más