Pieza perdida del puzzzzle.

Donde está lo bueno y donde se encuentra lo malo. Cuanto dura la risa, y hasta donde llega un llanto. Cuando sientes que tu mundo se está desvaneciendo, estás perdido. Sentir esa sensación de vacío existencial, donde nada ni nadie pueden llenarte, cuando recuerdas que antes estabas repleto, cuando lloras de impotencia y de dolor, y, sobretodo, cuando algo se escapa de tu dominio. Cuando buscas un abrazo y ni siquiera hayas una respuesta; ahí y solo ahí te sientes solo. Y aseguro que ese es el peor de los sentires.

Siempre he tenido mucho respeto hacia el tema de los recuerdos. Nunca los he llegado a entender con claridad, siempre me han parecido un mundo super extraño del que nunca podemos escapar. La verdad es que creo que, en realidad, nada existe. Todo se limita a simples recuerdos. Cuando amas, cuando lloras, cuando te emocionas.. El momento es precioso, pero lo que perdura y duele es el recuerdo. ¿Cómo es posible que una simple imagen en tu cabeza, unas palabras dichas anteriormente o cualquier lugar en el universo puedan causar en tí tal sensación?
A veces en los peores momentos es cuando más nos encontramos con nosotros mismos. Porque aunque duela, aunque sangre y aunque aún no hayas encontrado la cura, sabes que tú y solo tú estas ahí. Porque tengo 16 años, y uno de ellos me han hecho aprender más que en toda mi vida.
De verdad creo que estamos hechos de esperanza, de amor, de cariño, de recuerdos.. De vida. Si hay algo de lo que estoy completamente segura es de que nuestro corazón es lo más frágil y destructible que existe en el mundo. Y lo más injusto. Cualquiera tiene el poder de llenarlo y de vaciarlo a su antojo, pero solo nosotros somos los encargados de llevarle a cuestas y cuidarle. Porque al fin y al cabo solo nos queda uno, y es nuestro tesoro más preciado.

Cuando sigues escribiendo después de haber terminado y se te ocurren mil cosas más, es cuando dices.. "Joder, siempre voy a poder dar más de mí." Cuando te das cuenta de que en realidad el ser humano es lo más complejo, pero a la vez lo más simple, y que en el fondo somos fuertes, tenemos mil cosas guardadas ahí dentro que aunque no digamos, sabemos que valen más que todo el oro del mundo.