jueves, 31 de julio de 2014

BLA BLA BLA

A veces me gusta imaginar que no son tus dedos lo que me toca, si no tu alma. Me descubro fantaseando con las pupilas de tus ojos clavadas en mi corazón, y con lo más profundo de mi vientre embriagado con tu poder.
Yo, que me creía muerta, que me pensaba dueña de nada, aferrada a lo ajeno de una manera incontrolada. Rodeada por tu destino, bailando junto al mío, cantando una canción sin letra, jugando a no ser.
Me gusta pensar que no hacen falta palabras, que sólo hay sinergia.

Pero luego despierto.

sábado, 12 de julio de 2014

Sácame de aquí. Lléname o vacíame de nuevo, eres libre. Cualquier cosa me vale mientras se trate de respirar, de sentir o de dejar de hacerlo, de morir o mantenerse, de no caer al vacío.
Llévame a ese sitio al que me aterra tanto llegar sola, acompáñame mientras me pierdo o piérdete conmigo. Exhala el humo que me ahoga día tras día y llévatelo contigo, pero tú quédate. No me pinches si no sangro, pero muérdeme tan fuerte que pueda notarlo aún cuando no estés. Hazme tuya pero sin dejar de ser yo, no me cambies pero tampoco me abandones a la deriva.
Acércate despacio para que no tenga miedo, pero sé firme, que pueda notar tus pasos, que sepa por dónde estás viniendo. Nunca avises porque si no huiré. Pero si huyo, ten el valor de no permitírmelo.

A veces me veo fuerte para pedir todas estas cosas, para tener la capacidad de poseerlas y de manejar la situación que todas conllevan, pero hay una cosa para la que nunca se tiene el suficiente valor: para pedirte que aparezcas.
Aparece ahora porque se hace tarde. Empieza a hacer frío aquí. Libérame de mis demonios o aprende a jugar con ellos, pero aparece. Ponte frente a mí y plántame cara.
El resto me da igual.