La reminiscencia del pasado en ocasiones me recuerda a ti.
Cuántas veces te soñé sin haber dormido, cuántas veces te toque sin apenas acercarme, cuántas veces te nombré sin saber de qué hablaba, y cuántas veces te quise sin quererme a mí.
Cuántas veces te deseé sin desear a nadie, y cuántas veces te sentí sin conocerte.
Qué lejos estabas y qué presente te tenía, sin yo darme cuenta. Qué manera de amar a nadie y amarte a ti sin entenderlo, sin tenerte, sin existir.
Y qué manera tuvo la vida de ponerte en mi camino. Tan imprevisto, tan inesperado, tan aparentemente casual, pero tan acertado. Es tal la conexión que se me hace imposible creer en el azar. Es tal la magia que estoy segura de que ya te conocía antes de conocerte.
Y que ya te deseaba antes de rozarte, y que ya te quería antes de quererte.
Te necesitaba sin saberlo.
Pero ya no hay duda, no hay anhelo, no hay pasado, no hay vacío. Ahora ya lo sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario