Dar el gran golpe y luego desaparecer.

A veces me gustaría volver a sentir. Hay momentos en la vida en los que tocas fondo y no encuentras una mano que te ayude a subir, y te resulta mucho más complicado de lo normal. En ocasiones tengo ganas de notar una perfecta simbiósis con alguien.
No sé muy bien en realidad porqué estoy así. Quizá sea porque me he cerrado hasta el punto de que mi acceso solo pueda realizarse con contraseña. Y me gustaría dársela a alguien, lo prometo, pero cada vez me resulta más difícil vencer esa barrera que me separa del mundo.
Hay demasiado hijo de puta ahí fuera y yo soy demasiado cobarde. Esto es sólo culpa mía, por no haber sabido llevar las riendas de mi vida en condiciones, lo reconozco. Pero ¿qué puedo hacer?
Mi imaginación para escribir parrafadas inverosímiles se ha vuelto tan monótona que podéis observar perfectamente como está mi vida en estos momentos.
Voy a reconocer por una puta vez que necesito un cambio, voy a deciros sinceramente que así no se está tan bien como parece, pero que no me será tan sencillo.