Ya estoy cansada de las superficialidades y de las falsas apariencias.
Muchos podéis pensarlo, pero ¿sabéis? Andrea no es solo un par de tetas. Ni siquiera es una cara bonita. Quizá es muchas cosas, pero ninguna de las que te imaginas. Tampoco es una ranura entre dos piernas donde tú puedas meterla y sacarla, quiero que lo sepáis. No soy una sonrisa ni cuatro gestos sexys que te puedan poner la polla como una piedra, lo siento.
Soy mucho más que eso, algo que jamás podréis comprender ni experimentar la mayoría. O quizá no soy tanto, pero si ni Dios se esfuerza en llegar a verlo, yo no sería la única que pierde. He de deciros que a veces, seres humanos del mundo, sois despreciables.
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