miércoles, 23 de diciembre de 2015
El azar
Cuántas veces te soñé sin haber dormido, cuántas veces te toque sin apenas acercarme, cuántas veces te nombré sin saber de qué hablaba, y cuántas veces te quise sin quererme a mí.
Cuántas veces te deseé sin desear a nadie, y cuántas veces te sentí sin conocerte.
Qué lejos estabas y qué presente te tenía, sin yo darme cuenta. Qué manera de amar a nadie y amarte a ti sin entenderlo, sin tenerte, sin existir.
Y qué manera tuvo la vida de ponerte en mi camino. Tan imprevisto, tan inesperado, tan aparentemente casual, pero tan acertado. Es tal la conexión que se me hace imposible creer en el azar. Es tal la magia que estoy segura de que ya te conocía antes de conocerte.
Y que ya te deseaba antes de rozarte, y que ya te quería antes de quererte.
Te necesitaba sin saberlo.
Pero ya no hay duda, no hay anhelo, no hay pasado, no hay vacío. Ahora ya lo sé.
lunes, 18 de mayo de 2015
Adrián
Inventamos un idioma y fue nuestro mayor regalo.
Esos ojos, esos labios, ese perfil, esa forma de vivirme, de sentirme, de ser. Ser, pura y definitivamente, sin escombros, sin tinieblas, sin fin. Yo soy tú y de ti respiro, regalándote así también mi vida. Mis manos, mis miradas, mis caricias, mi sexo. Todo es tuyo más que mío y en ti se desvanece. Convertiste un final en mi principio.
Nazco en ti y contigo muero cada noche. Y cuando sale el sol vuelvo a nacer, ya fundida en ti. Y muero y resucito de nuevo, cada vez que me tocas.
Me convertiste en eterna.
lunes, 11 de mayo de 2015
Rosas
Sé que mis ojos pueden incendiar el mundo. Sé que otros ojos pueden incendiarme. Sólo otros ojos. Sólo los tuyos.
miércoles, 6 de mayo de 2015
No sé
Se te acaban los porqués y punto.
Te encuentras donde te habías perdido y te pierdes con lo que has encontrado.
Ojalá mil amaneceres en los que poder desvanecerme en ti.
Y ninguna pregunta más
sábado, 2 de mayo de 2015
miércoles, 8 de abril de 2015
Bucle
Ya no me hace falta dormir para verte
Ni callar para imaginarte
Ahora cuando callo te veo
Y cuando duermo te toco
Ya no te sueño
a r m ó n i c o
sábado, 4 de abril de 2015
Otro nivel
Me descubro ahí dentro y es como si nada alrededor estuviera pasando. Sólo pasa la vida, el tiempo; pero para ti no. Para ti lo único que está pasando es nada, porque te has quedado estática, inmóvil, atrapada en unos ojos, fuera de la dimensión que os rodea.
Te has quedado en paz por fin. Y respiras.
martes, 31 de marzo de 2015
Ahora
Atrás queda lo que daña pero no mata. Me vuelvo a la vida con una mirada más, y con una palabra menos.
Las mejores personas son aquellas con las que puedes compartir el silencio. Y saber que estáis hablando.
jueves, 26 de marzo de 2015
Irreversible
Me vacío, me lleno, vuelvo a vaciarme, me vuelvo a llenar. Y vuelvo a estar vacía.
Pero esta vez es diferente. Esta vez no soy yo. Esta vez es nadie. No hay preguntas, no hay respuestas, no hay rostros. Nada.
La culpa es mía, no hay culpa, es de nadie.
Las palabras brotan, las palabras se ahogan, las palabras bailan, se fracturan, se caen, vuelven a levantarse, desaparecen.
Me voy con ellas. Vuelvo. Me vuelvo a ir. Vuelvo a volver. Y vuelvo a irme.
Despedirme de mí misma, eso he hecho. Dentro de esa clase de persona habito. Y con ella convivo.
Sales a la calle y todo está incompleto. Entras en casa y se te derrumban las paredes. Lo que necesitas no lo quieres. Pero esta vez no eres la responsable. Ni siquiera eres responsable de ti misma, a quien has destrozado.
Me muevo, me paro. Miro atrás, miro hacia delante. Respiro, me ahogo, miro, lloro, cierro los ojos, sonrío, abro los brazos.
Y vuelvo a estar vacía.
martes, 24 de marzo de 2015
martes, 17 de marzo de 2015
Mariposas
No aguanto otro día marchitándome. Pero tampoco auguro mejora. Sabes que nada podría ir peor cuando lo tienes todo y todo está roto. Tú estás rota.
Qué jodida la vida, que te da donde más te duele en el momento en que menos te lo esperas.
Me he olvidado de mí misma, sé quién soy pero no me importa, nada me importa, ni los días grises ni los días claros. Ni el dónde, ni el cuando, ni el porqué.
Qué efímera la existencia, que creemos constante, que no podemos asumir que en ocasiones es de mentira. Existir, que palabra más llena de significado, y qué poco le damos.
Aquí dentro hay tanto que no consigo darle valor a nada. Vacío lleno de ruidos, ahí vivo.
Miras adelante y lo ves, te ves. Esa piel, esas manos, esos ojos, todo aquello que le transmitía vida a tu corazón. Pero ahora es diferente. Es rugoso, áspero, banal, del color del olvido. Temblores, jadeos, lágrimas secas, gritos sordos. Tú. Lo que te acompañaba se ha ido y sólo quedas tú.
Me gustaría dedicarle mis textos a una persona, por pequeña referencia que fuera, pero estoy dentro de mí, encerrada y egoísta. Dentro se mueve todo a la velocidad de la luz, pero fuera, todo estático, grita. A veces me susurra y otras me deja sorda. A veces me ahoga y a veces se desvanece por completo antes de ser percibido. También me gustaría expulsarlo todo, respirar, coger aire limpio y soltar todo ésto que me está arrastrando hacia la nada. Pero entonces comprendo que es tarde.
Por eso ya no escribo ningún párrafo que vaya recto, ni te olvido de momento