Te acecha y te limita. Te convierte, te lleva con él. Está en simbiosis, en telepatía contigo. Huye, escápate, vuela y se libre. Libérate de sus garras y vuela. La oscuridad te sume en su gran abismo, en el abismo de lo inusual y utópico. Te opresiona.
Mírame, estoy aquí, plantándote cara, insultándo tu oficio. ¿No me ves? Soy efímera y descontrolada. Camino por las sendas de la desesperación y del tedio ofreciéndote mi aroma. Es la fragancia de la vida, de lo desconocido.
Hablo del miedo, del miedo a nosotros. Por que no hay más temor que el que tenemos hacia uno mismo. El temor hacia la vida no existe, hacia los demás tampoco. Solo podemos acobardarnos ante una simple presencia, la nuestra. Hablo de ese miedo a la pasión, al desasosiego, a los vaivenes. Ese miedo que nos sumerge y asesina nuestros sentires. El miedo a una existencia vacía, a la quietud, al movimiento intransigente. El miedo al comienzo de ese fin que, tarde o temprano, todos experimentamos. El miedo a la calidez de unos labios, al frío de la soledad. Al bloqueo, a estallar. Al dolor y al placer, a todo. El miedo en mayúsculas, ese que poco a poco te destroza sin piedad alguna.
Tengo que matarte, asesinarte, fulminarte, escapar de ti. Y despedirme para siempre.
miércoles, 29 de febrero de 2012
martes, 28 de febrero de 2012
Bite me.
La forma que tiene de rozar mi piel me supera, me eleva, me ilimita. Me sube al cielo mientras rozo el infierno.
domingo, 26 de febrero de 2012
Wild world.
Un mundo salvaje. Un mundo plagado de injusticias. ¿De veras podemos justificar la existencia de un Dios? ¿Realmente creéis en un Dios bueno, justo, piadoso, comprensible..? ¿Estáis seguros de que la persona que nos protege y nos guía permite tanta miseria? Yo no.
Si algo me ha enseñado la vida es que en la única persona en la que podemos creer es en nosotros mismos. Desde pequeñitos nos han enseñado que existe la muerte, que la felicidad es efímera, que todo se paga.. ¿Misericordia? ¿Poner la otra mejilla? Venga, por favor, que ya tenemos una edad.. ¿De veras afirmar que Él, bueno por excelencia, podría permitir esto? Podéis decirme lo que queráis, podéis adoptar la cobardía que caracteriza al ser humano y tener fé ciega en el porque cuando todo se acabe, nos llevará al paraíso. ¿Al paraíso de qué? "El reino de los cielos" lo denominan. El verdadero reino de los cielos somos nosotros mismo, somos los únicos capaces de podernos construirlo, y no tendremos la ayuda de nadie. Ni de el de ahí arriba, ni de todos los de aquí abajo.
Un Dios que permite las muertes más injustas, las soledades menos deseadas y las lágrimas más amargas que jamás hayas visto no se merece que creamos en él. Se merece que gritemos en nuestro interior que basta ya. Basta de ingenuidades y de cobardías. "Cuando todo acabe, él estará ahí, el guía nuestros pasos, él nos ayuda.." ¿Sabéis lo que os digo? Que JA, JA y JA.
¿Recordáis la mítica frase de "La religión es el opio del pueblo"? Esa es la gran verdad. Nos intentan hacer ver que todo va a estar bien, nos pretenden transmitir tranquilidad. Y ahora bien, yo os voy a decir una cosa: sois los únicos capaces de poderos transmitir a vosotros mismos esa tranquilidad, de guiar vuestro camino, y al final de cuentas, sois vosotros los que lloráis las injusticias, no Él. Si de verdad hay alguien ahí arriba, por favor, que baje, que se iguale a nuestra inmundicia y reparta pan en África. Hasta entonces, que no me vengan con cuentos. Que no me digan que el mundo es bonito porque hay un Dios en él que lo ha creado todo.
Para mí, todo esto es la gran mentira universal. Y lo va a seguir siendo hasta que alguien me demuestre lo contrario. No me digáis que es cuestión de creer o no, por favor, no permitáis eso. Que no os roben lo único que tenemos, el sentido común. Que no lo hagan, porque destroan todas sus teorías, y nos destrozan a nosotros mismos. No pretendo convencer a nadie, obviamente. Yo ya estoy lo suficientemente convencida, y es lo único que me importa.
Si algo me ha enseñado la vida es que en la única persona en la que podemos creer es en nosotros mismos. Desde pequeñitos nos han enseñado que existe la muerte, que la felicidad es efímera, que todo se paga.. ¿Misericordia? ¿Poner la otra mejilla? Venga, por favor, que ya tenemos una edad.. ¿De veras afirmar que Él, bueno por excelencia, podría permitir esto? Podéis decirme lo que queráis, podéis adoptar la cobardía que caracteriza al ser humano y tener fé ciega en el porque cuando todo se acabe, nos llevará al paraíso. ¿Al paraíso de qué? "El reino de los cielos" lo denominan. El verdadero reino de los cielos somos nosotros mismo, somos los únicos capaces de podernos construirlo, y no tendremos la ayuda de nadie. Ni de el de ahí arriba, ni de todos los de aquí abajo.
Un Dios que permite las muertes más injustas, las soledades menos deseadas y las lágrimas más amargas que jamás hayas visto no se merece que creamos en él. Se merece que gritemos en nuestro interior que basta ya. Basta de ingenuidades y de cobardías. "Cuando todo acabe, él estará ahí, el guía nuestros pasos, él nos ayuda.." ¿Sabéis lo que os digo? Que JA, JA y JA.
¿Recordáis la mítica frase de "La religión es el opio del pueblo"? Esa es la gran verdad. Nos intentan hacer ver que todo va a estar bien, nos pretenden transmitir tranquilidad. Y ahora bien, yo os voy a decir una cosa: sois los únicos capaces de poderos transmitir a vosotros mismos esa tranquilidad, de guiar vuestro camino, y al final de cuentas, sois vosotros los que lloráis las injusticias, no Él. Si de verdad hay alguien ahí arriba, por favor, que baje, que se iguale a nuestra inmundicia y reparta pan en África. Hasta entonces, que no me vengan con cuentos. Que no me digan que el mundo es bonito porque hay un Dios en él que lo ha creado todo.
Para mí, todo esto es la gran mentira universal. Y lo va a seguir siendo hasta que alguien me demuestre lo contrario. No me digáis que es cuestión de creer o no, por favor, no permitáis eso. Que no os roben lo único que tenemos, el sentido común. Que no lo hagan, porque destroan todas sus teorías, y nos destrozan a nosotros mismos. No pretendo convencer a nadie, obviamente. Yo ya estoy lo suficientemente convencida, y es lo único que me importa.
viernes, 24 de febrero de 2012
Cerrando los ojos se apaga el universo.
Las palabras brotaban de sus labios simulando cadenas. De oro, de fuego, de vida.. Infinitas cascadas de sentimiento gritaban libertad desde lo más hondo de su interior.
Y mientras tanto, ahí estaba. Ella, que tanto le debía a la vida, a la muerte. Aquella persona capaz de convertir en cielo en el infierno, el todo en la nada, de fundir alma y cuerpo..
Sus delicados dedos rozaban la punta de mis cabellos, acariciándolos en un sin fin de idas y venidas, de sacudidas inertes y de energía palpitante.
Jamás supe entender la complejidad de sus versos, el significado de sus filosofías, el sentido de su tedio. Su corazón palpitaba en mi pecho, sus cabellos dorados de fuego se revolvían con mis vaivenes, con sus suspiros, con nuestras miradas.. Estaba hecha para amar, para despertarme y volverme a dormir, para resucitarme a la vida con un simple pestañeo. Su olor a dulzura ardiente y su aliento sobre mi cuello me recordaban la maravilla de sentirse pleno. Decía adiós a la superficialidad mientras me dejaba abandonar por su boca, la única fuente capaz de transmitirle paz a mis sentires. Las delicadas yemas de sus dedos jugaban a crear circunferencias sobre mi frío destino, marcado por mí mismo y la oscuridad que me caracterizaba.
Ella no podía parar de penetrarme con sus brillantes y oscuros ojos, quería devorarme, saciar su hambre de mí y esa soledad que tanto le espantaba cuando se sentía caer.
Nunca supe comprender de verdad que significaba ese éxtasis, esa orgía de lírica que emanaba su boca, la irradiación de su ser, su magnetismo. Jamás estuve presente en los alocados bailes de su mente, en las olas de martirio que amenazaban con azotar su corazón. Pero la amaba, la amaba con toda mi alma, con todo mi cuerpo y con todo pensamiento existente. Ella era única, la única. Mujer capaz de hacerme sentir Dios de la nada y del universo, ¿por qué me abandonaste? ¿Dónde quedó ese canto celestial que invitaba a los más gloriosos festejos? ¿Quizá en el más allá, donde todo tiene cabida? Quién sabe. Ni siquiera viviendo lo sabremos. El sobrecogimiento que dejas en mi pecho es tan eterno que ni soñarte puedo, ni vivirte quiero. Aniquilaste mi esencia con tu sabor a miel, con tus besos de caramelo y tu sensualidad férrea e impoluta.
Ahora entiendo el significado de la muerte. La vida en tus brazos, en tu vientre, sentirnos uno, ese orgasmo que me devolvía a la vida.
Ahora entiendo el significado de la vida. A tu lado, querida, la vida eres tú.
Y mientras tanto, ahí estaba. Ella, que tanto le debía a la vida, a la muerte. Aquella persona capaz de convertir en cielo en el infierno, el todo en la nada, de fundir alma y cuerpo..
Sus delicados dedos rozaban la punta de mis cabellos, acariciándolos en un sin fin de idas y venidas, de sacudidas inertes y de energía palpitante.
Jamás supe entender la complejidad de sus versos, el significado de sus filosofías, el sentido de su tedio. Su corazón palpitaba en mi pecho, sus cabellos dorados de fuego se revolvían con mis vaivenes, con sus suspiros, con nuestras miradas.. Estaba hecha para amar, para despertarme y volverme a dormir, para resucitarme a la vida con un simple pestañeo. Su olor a dulzura ardiente y su aliento sobre mi cuello me recordaban la maravilla de sentirse pleno. Decía adiós a la superficialidad mientras me dejaba abandonar por su boca, la única fuente capaz de transmitirle paz a mis sentires. Las delicadas yemas de sus dedos jugaban a crear circunferencias sobre mi frío destino, marcado por mí mismo y la oscuridad que me caracterizaba.
Ella no podía parar de penetrarme con sus brillantes y oscuros ojos, quería devorarme, saciar su hambre de mí y esa soledad que tanto le espantaba cuando se sentía caer.
Nunca supe comprender de verdad que significaba ese éxtasis, esa orgía de lírica que emanaba su boca, la irradiación de su ser, su magnetismo. Jamás estuve presente en los alocados bailes de su mente, en las olas de martirio que amenazaban con azotar su corazón. Pero la amaba, la amaba con toda mi alma, con todo mi cuerpo y con todo pensamiento existente. Ella era única, la única. Mujer capaz de hacerme sentir Dios de la nada y del universo, ¿por qué me abandonaste? ¿Dónde quedó ese canto celestial que invitaba a los más gloriosos festejos? ¿Quizá en el más allá, donde todo tiene cabida? Quién sabe. Ni siquiera viviendo lo sabremos. El sobrecogimiento que dejas en mi pecho es tan eterno que ni soñarte puedo, ni vivirte quiero. Aniquilaste mi esencia con tu sabor a miel, con tus besos de caramelo y tu sensualidad férrea e impoluta.
Ahora entiendo el significado de la muerte. La vida en tus brazos, en tu vientre, sentirnos uno, ese orgasmo que me devolvía a la vida.
Ahora entiendo el significado de la vida. A tu lado, querida, la vida eres tú.
lunes, 20 de febrero de 2012
ALL IN.
La gente se alimenta de tus miedos, merienda inseguridades y crece con tus pasos hacia atrás. Cada vez que derramamos una lágrima, ellos se la beben. Se retractan en tu dolor, y tus fallos les ayudan a seguir adelante. Porque así nos han acostumbrado a que sea la sociedad, a que funcione de tal forma que ruga ante ti, te arañe y te deje desnudo de cualquier cosa que te haga sentir bien. Nos inmovilizan, nos quitan las mejores partes de nosotros mismos, nos hacen sentir vacíos y exhaustos de luchar.
Pero es ahí donde nosotros, sin la ayuda de nadie, deberíamos reír ante todo eso.
Rompemos a llorar de impotencia, sin darnos cuenta realmente de que la única verdad ante esta mentira que nos están haciendo vivir la tenemos nosotros mismos. Valemos millones de dólares, de pesos, de euros.. De mierda. Somos mierda en descomposición de un planeta que muere, que matan. Pero nos regeneramos. Nos convertimos en polvo y subimos a la superficie, dejando nuestra huella. Una huella que nadie podrá borrar jamás.
Esta es tu vida, y solo tú decides como jugarla. Tirando hacia delante o dejando que te arrastren hacia atrás. Solo, siempre solo, pero agarrado a tu propia mano invisible. Por que en el final de los tiempos, nadie va a estar ahí para decirte cual es tu última decisión, tomarlo todo, o dejarlo para siempre.
Pero es ahí donde nosotros, sin la ayuda de nadie, deberíamos reír ante todo eso.
Rompemos a llorar de impotencia, sin darnos cuenta realmente de que la única verdad ante esta mentira que nos están haciendo vivir la tenemos nosotros mismos. Valemos millones de dólares, de pesos, de euros.. De mierda. Somos mierda en descomposición de un planeta que muere, que matan. Pero nos regeneramos. Nos convertimos en polvo y subimos a la superficie, dejando nuestra huella. Una huella que nadie podrá borrar jamás.
Esta es tu vida, y solo tú decides como jugarla. Tirando hacia delante o dejando que te arrastren hacia atrás. Solo, siempre solo, pero agarrado a tu propia mano invisible. Por que en el final de los tiempos, nadie va a estar ahí para decirte cual es tu última decisión, tomarlo todo, o dejarlo para siempre.
Under pressure.
Lo de no fiarme ni de mi sombra me viene dado por naturaleza.
Hay momentos de debilidad interior, momentos de angustia, de desasosiego, de soledad.. Donde te planteas millones de cosas. ¿A vosotros nos os pasa? Instantes de mi vida en los que me gustaría aferrarme a algo y volar, volar hasta que se me partiese el alma. Hasta que ni una sola palabra sonase en mi interior, de absolutamente nadie, ni siquiera mía.
Ultimamente me llama demasiado el tema de la evasión, y me preocupa. Me preocupa pensar que quizá algún día se me crucen los cables más que de costumbre, que cierre los ojos y cuando vuelva a abrirlos me encuentre sola, que no consiga ver el camino para salir de dondequiera que esté y que se me agote el aliento. Me da miedo la vida y me da miedo la muerte. Me aterra la soledad y la compañía me inquieta. Lucho contra mí misma, día tras día, poniendo paz donde hubo guerra y sembrando algo donde el viento se llevó todo.
Me da miedo que un día me ahogue y nadie esté para salvarme.
Hay momentos de debilidad interior, momentos de angustia, de desasosiego, de soledad.. Donde te planteas millones de cosas. ¿A vosotros nos os pasa? Instantes de mi vida en los que me gustaría aferrarme a algo y volar, volar hasta que se me partiese el alma. Hasta que ni una sola palabra sonase en mi interior, de absolutamente nadie, ni siquiera mía.
Ultimamente me llama demasiado el tema de la evasión, y me preocupa. Me preocupa pensar que quizá algún día se me crucen los cables más que de costumbre, que cierre los ojos y cuando vuelva a abrirlos me encuentre sola, que no consiga ver el camino para salir de dondequiera que esté y que se me agote el aliento. Me da miedo la vida y me da miedo la muerte. Me aterra la soledad y la compañía me inquieta. Lucho contra mí misma, día tras día, poniendo paz donde hubo guerra y sembrando algo donde el viento se llevó todo.
Me da miedo que un día me ahogue y nadie esté para salvarme.
miércoles, 15 de febrero de 2012
I'm so beautiful, it's society that's fucked.
"Había tanta castración emocional, tanta desigualdad afectiva, que el mundo estaba corriendo el riesgo de perderse por falta de amor propio. No se había educado a las personas sentimentalmente. Se enseñaba a sumar, a restar, a multiplicar, a dividir, a leer y escribir, a comportarse en la mesa, a ir al baño, pero a amarse a sí mismo, a respetarse y ejercitar ese amor, a igualar la emoción y el sentir, tanto en hombres como en mujeres, a eso nadie enseñaba; en todo caso, todavía se seguía enseñando a los infantes, la mayoría de las veces veladamente, a separar y a clasificar: a los hombres como seres insensibles y a las mujeres como seres sensiblemente sufridores."
lunes, 13 de febrero de 2012
domingo, 12 de febrero de 2012
Más allá de todo.
Un lugar en el que no haya que rendirle cuentas a la vida. Esa esquinita alejada del planeta donde nada importa y todo tiene valor. Donde los mejores momentos son efímeros y la eternidad es tan vasta que ha dejado de hacer mella. La incomunicación indirecta. Un sitio en el que estas palabras cobren sentido y respirar sea gratis, que la soledad se valore y la compañía sea únicamente deseada. Solo pido que el silencio y los gritos no ensordezcan, que aclames al cielo y te lo devuelvan, aunque sea de vez en cuando.
No me juzguéis, no creáis que me conocéis, porque estaréis a mil millones de millas de hacerlo.
Busco una utopía más allá de todas las leyes físicas y mecánicas, de las superficialidades y de todo aquello que nos aplasta sin piedad por miedo a que lo aplastemos nosotros primero. Algo que muy poca gente es capaz de entender. Busco la paz conmigo misma, eso es. No sentir ni padecer más que lo justo y necesario. Que me regalen la libertad, no que sea así de cara. Y que ría y llore a partes iguales.
Ya me lo busco yo sola, no os preocupéis. Solo necesito calma.
No me juzguéis, no creáis que me conocéis, porque estaréis a mil millones de millas de hacerlo.
Busco una utopía más allá de todas las leyes físicas y mecánicas, de las superficialidades y de todo aquello que nos aplasta sin piedad por miedo a que lo aplastemos nosotros primero. Algo que muy poca gente es capaz de entender. Busco la paz conmigo misma, eso es. No sentir ni padecer más que lo justo y necesario. Que me regalen la libertad, no que sea así de cara. Y que ría y llore a partes iguales.
Ya me lo busco yo sola, no os preocupéis. Solo necesito calma.
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