domingo, 26 de febrero de 2012

Wild world.

Un mundo salvaje. Un mundo plagado de injusticias. ¿De veras podemos justificar la existencia de un Dios? ¿Realmente creéis en un Dios bueno, justo, piadoso, comprensible..? ¿Estáis seguros de que la persona que nos protege y nos guía permite tanta miseria? Yo no.
Si algo me ha enseñado la vida es que en la única persona en la que podemos creer es en nosotros mismos. Desde pequeñitos nos han enseñado que existe la muerte, que la felicidad es efímera, que todo se paga.. ¿Misericordia? ¿Poner la otra mejilla? Venga, por favor, que ya tenemos una edad.. ¿De veras afirmar que Él, bueno por excelencia, podría permitir esto? Podéis decirme lo que queráis, podéis adoptar la cobardía que caracteriza al ser humano y tener fé ciega en el porque cuando todo se acabe, nos llevará al paraíso. ¿Al paraíso de qué? "El reino de los cielos" lo denominan. El verdadero reino de los cielos somos nosotros mismo, somos los únicos capaces de podernos construirlo, y no tendremos la ayuda de nadie. Ni de el de ahí arriba, ni de todos los de aquí abajo.
Un Dios que permite las muertes más injustas, las soledades menos deseadas y las lágrimas más amargas que jamás hayas visto no se merece que creamos en él. Se merece que gritemos en nuestro interior que basta ya. Basta de ingenuidades y de cobardías. "Cuando todo acabe, él estará ahí, el guía nuestros pasos, él nos ayuda.." ¿Sabéis lo que os digo? Que JA, JA y JA.
¿Recordáis la mítica frase de "La religión es el opio del pueblo"? Esa es la gran verdad. Nos intentan hacer ver que todo va a estar bien, nos pretenden transmitir tranquilidad. Y ahora bien, yo os voy a decir una cosa: sois los únicos capaces de poderos transmitir a vosotros mismos esa tranquilidad, de guiar vuestro camino, y al final de cuentas, sois vosotros los que lloráis las injusticias, no Él. Si de verdad hay alguien ahí arriba, por favor, que baje, que se iguale a nuestra inmundicia y reparta pan en África. Hasta entonces, que no me vengan con cuentos. Que no me digan que el mundo es bonito porque hay un Dios en él que lo ha creado todo.
Para mí, todo esto es la gran mentira universal. Y lo va a seguir siendo hasta que alguien me demuestre lo contrario. No me digáis que es cuestión de creer o no, por favor, no permitáis eso. Que no os roben lo único que tenemos, el sentido común. Que no lo hagan, porque destroan todas sus teorías, y nos destrozan a nosotros mismos. No pretendo convencer a nadie, obviamente. Yo ya estoy lo suficientemente convencida, y es lo único que me importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario